Percibimos esos breves instantes de oscuridad que se instalan en la claridad del día: es una noche repentina y efímera que parece sobrenatural y que nos deja en suspenso durante unos instantes, momentos en los que nos sentimos particularmente conectadas con el cosmos y sus misterios.
No hay nada que haya impresionado la imaginación y excitado la atención y curiosidad de las personas más vivamente.
Cuando el Sol se eclipsa para desaparecer, es cuando mejor se ve su grandeza.